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Interceptor es una de esas películas de acción trepidante que no da un segundo de respiro. Cuenta la historia de cómo una mujer del ejército de Estados Unidos, la capitana J.J. Collins, se enfrenta sola a un grupo de terroristas que planea destruir el país mediante un masivo ataque nuclear. Estos fueron los ingredientes que convirtieron a este film, que fue estrenado el sábado en Netflix, en el más visto de la plataforma dentro de la Argentina.
Interceptor es una de esas películas de acción trepidante que no da un segundo de respiro. Cuenta la historia de cómo una mujer del ejército de Estados Unidos, la capitana J.J. Collins, se enfrenta sola a un grupo de terroristas que planea destruir el país mediante un masivo ataque nuclear. Estos fueron los ingredientes que convirtieron a este film, que fue estrenado el sábado en Netflix, en el más visto de la plataforma dentro de la Argentina.
Pero además del entretenimiento constante que tiene esta producción, que se sostiene durante una hora y 38 minutos a base de tiros, trompadas, traiciones, misiles y la increíble destreza física de la protagonista, cuenta con un detalle que sorprendió a los usuarios de la plataforma de streaming. Es una curiosidad que tiene que ver, podría decirse, con la vida familiar de Elsa Pataki, la actriz española que interpreta a la heroína de Interceptor.
Transcurre en una base marina que Estados Unidos tiene en el medio del océano y que fue construida para interceptar, desde allí y a través del lanzamiento de misiles, los posibles ataques nucleares que puedan realizarse contra el país. Existen, según esta película, dos de estas bases “interceptoras”: una, la del Océano Pacífico, y la otra, en Alaska.
Al comienzo, un grupo de terroristas toma con todo éxito el establecimiento interceptor de Alaska y otros de sus cómplices, encabezados por Luke Bracey, intentan hacer lo mismo con la base oceánica, pero no les es tan fácil, porque allí está la capitana Collins. Lo que intentan los malos del film es neutralizar los misiles interceptores de Estados Unidos y así poder lanzar los 16 misiles nucleares que se robaron y que tienen preparados para destruir la misma cantidad de ciudades del país del norte. Las más pobladas, por supuesto.